TENER FE EN DIOS, ES TENER FE EN TI

El éxito de todo sistema religioso radica en hacerte creer que nunca eres ni serás suficiente para Dios y como Dios es el dueño de todas las cosas, (todas esas cosas que tú quieres obtener) tendrás que postrarte ante el dueño y obedecer para que te de algunas de ellas.

Una vez leí la siguiente frase que me hizo cuestionarme muchas cosas. “Nos han enseñado que Dios es bueno pero que su creación es mala”. Mmm! Me quedé seriamente pensando en esto porque por primera vez me di cuenta de la mentira que me había creído. Una mentira que implicaba para mi sentir mucha culpa, remordimiento, dolor y vergüenza por no ser lo que Dios esperaba que yo fuera.

Si asumimos que Dios es bueno y que nosotros, su creación, somos malos, entonces jamas nos sentiremos merecedores de las cosas buenas que Dios creó. Un análisis tan simple me permitió observar una parte oscura de mi psique, me di cuenta que por más que yo deseara una mejor vida para mi, jamas la obtendría o la mantendría a menos que primero sintiera que la merezco o mejor dicho, simplemente me percatara que es mi derecho de nacimiento.

El éxito de todo sistema religioso radica en hacerte creer que nunca eres ni serás suficiente para Dios y como Dios es el dueño de todas las cosas, (todas esas cosas que tú quieres obtener) tendrás que postrarte ante el dueño y obedecer para que te de algunas de ellas. “Si Dios es el creador de las cosas buenas y yo soy mala, entonces no merezco las cosas buenas”. ¿Puedes darte cuenta del planteamiento lógico de tu mente? Para la mayoría, este es el pensamiento inconsciente por el cual toman decisiones y reaccionan. Hacen todo tipo de ritos, técnicas o meditaciones para manifestar y no se dan cuenta que lo único que los separa de las cosas que desean es que se sienten separados de ellas porque no saben quienes son ni quien es Dios.“Dios es bueno y ellos son malos”.

Cuesta solo observar un poco la manera en la que opera la naturaleza, para que te des cuenta que tu papel en la creación como una pequeña individualidad de Dios, nunca ha sido el de siervo, sino el de co-creador y administrador de todo lo que hay. Te lo voy a poner de otro modo. Todo lo que hay en tu mundo debe ser administrado por ti comenzando por tu cuerpo y tu mente que son los canales por los cuales se manifiesta directamente la energía divina que toma la forma de cualquier cosa que pudieras necesitar como una casa, un auto, una cantidad de dinero, etc. La energía vital pasa a través de ti y al pasar toma la forma de lo que tú aceptas como verdad.

Lo que llamamos Dios, es un campo de pura energía amorosa pero que no tiene dirección alguna hasta que se la das tú, el que la administra. Dicho de otra manera, esta energía sin forma, toma la forma que tú le des y tú le das forma de acuerdo a lo que crees.

Esto te coloca en un nivel privilegiado pero también de mucha responsabilidad, porque tu relación con la naturaleza es reciproca. Lo que pones en ti, lo pones en Dios y Dios se encarga de amplificarlo y convertirlo en cosas, situaciones, circunstancias, etc.

Si eres oyente de nuestro Podcast Desde el Corazón o alumno de nuestra Escuela de Metafísica, seguro que has estado sacando a la superficie mentiras que te has creído y que estaban ocultas en lo profundo de tu ser. Y una de las más grandes mentiras que nos han hecho creer a la humanidad es que Dios está molesto con su creación, que busca juicio y venganza para aquellos que no obedecen. Y en el momento en que crees eso, Dios, quien está pensando y sintiendo a través de ti, procede a amplificar lo que has pensado y sentido.

Mientras sigas creyendo que hay algo malo en ti, se te dificultará tener relaciones sanas, salud, abundancia, gozo, alegría o plenitud, porque todas estas cosas caen en la categoría de lo bueno y tú eres “malo”. ¿Lo puedes ver?

Cada vez que estás dudando de ti, estás dudando de Dios. Cada vez que te condenas o rechazas, estás rechazando todo lo que Dios podría hacer a través de ti.

No puedes creer en Dios, hasta que no creas en ti, no puedes confiar en la inteligencia de la naturaleza hasta que no creas en ti. No podrás integrarte como un ser completo hasta que aceptes todas las partes de ti. No podrás manifestar la vida plena a la que ya tienes derecho desde que naciste hasta que creas que tienes acceso a ella, pues toda la experiencia y percepción de la vida y de Dios mismo está pasando a través de ti. Todo tu mundo es posible porque existes tú. En la medida en que rechazas partes de ti que según tu percepción son “malas”, en esa misma medida estás rechazando la vida.

No hay nada de malo en ti, es solo que estás pretendiendo ser algo que no eres. Vives en la angustia intentando quedar bien con los demás mientras quedas mal contigo. Pareciera que todo va antes que tú. Pareciera que todos van antes que tú.

Del 1-10 ¿Qué tan buen administrador eres de la energía divina que se te ha dado? Esta pregunta no busca que ahora te martirices, que te juzgues, que seas duro contigo, no. Busca que te des cuenta. Tienes de tu lado a toda la inteligencia infinita pero hay una condición para acceder a ella, creer en ti.

Dudas de Dios porque dudas de ti. Dudas de ti porque crees que hay algo malo contigo. Y si quieres cambiar cualquier situación en tu vida, solo debes invertir el pensamiento sobre ello. En otras palabras, cuando inviertas el pensamiento errado que tienes sobre ti, sin haber siquiera pensado en Dios, también habrás cambiado la percepción de esta energía amorosa y como consecuencia obtendrás resultados diferentes.

Todo lo que crees de ti, te funcione o no, ha entrado a tu ser por el filtro de tus 5 sentidos. De esta forma y por la repetición, fuiste creando conexiones neuronales que apoyaron el comportamiento que provenía de ese pensamiento. Utilizando este mismo método, puedes volver a enseñarle a tu mente a pensar y sentir de forma correcta sobre tu ser.

Toda creación de Dios es perfecta tal y como es. No hay nada de malo contigo, no hay nada que puedas agregarle a tu ser que te haga merecedor. Todo lo que se necesita ya lo tienes, ¿sabes a qué me refiero? a que estás con vida y ¿adivina qué? todas las cosas que necesitas son creadas por la vida. Así que ahora date el regalo de sentirte más vivo al confiar en ti.

TODO ESTÁ BIEN, TÚ ESTÁS BIEN!

Afirmación: Dios y yo somos uno. Mi cuerpo, mi mente y todo mi ser aceptan y manifiestan esta verdad.

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